ACTUALIDAD: Estrategias poco elegantes

Las estrategias de las cadenas a la hora de atacar a la competencia, en ocasiones, no tienen nada que ver con contar con una propuesta mejor que la de los otros. Que un programa como Sálvame (Telecinco) invierta gran parte de su escaleta en analizar y discutir sobre unas imágenes en las que aparece el cantante David Bustamante abroncando a una paparazzi, ¿es casual?

Podría tratarse de un famoso más enfadado con la prensa del corazón, cuyo comportamiento es analizado por los singulares colaboradores del programa de Telecinco, si no fuera porque el cantante es uno de los miembros del jurado de Número1, el programa estrella de Antena3 para esta temporada, que se estrena el próximo lunes.

El grupo Mediaset ha reforzado su estrategia  para contrarrestar el estreno de Número1, desplazando GH 12+1 de nuevo al lunes y alargando una semana más el final de ¿Quién Quiere Casarse Con Mi Hijo? en Cuatro.

Antecedentes que apuntan maneras

Atacar a los personajes más populares que tienen minutos en la competencia no es nuevo. Tras el altercado entre María Teresa Campos, cuando la presentadora dejó la cadena de Fuencarral y fichó por Antena 3, en el que insultó a Paolo Vasile en pantalla.

Los programas del corazón de Telecinco, especialmente Aquí Hay Tomate iniciaron una campaña en la que se hablaba permanentemente de la vida privada de la popular presentadora y se aireaban intimidades su hija, la también periodista Terelu Campos.

Se da la paradoja de que, años más tarde, madre e hija han vuelto a Telecinco, y ambas colaboran en Sálvame, programa heredero de Aquí Hay Tomate, ambos presentados por el periodista Jorge Javier Vázquez.

Precisamente unas imágenes de Jorge Javier Vázquez aparentemente ebrio fueron emitidas y parodiadas sistemáticamente por Sé Lo Que Hicísteis... (La Sexta) para criticar el programa que este conducía a diario en la competencia.

En televisión, a nadie se le escapa que la popularidad y la buena prensa se traducen en ingresos por publicidad y, al contrario, la mala imagen pasa factura. De ahí que las cadenas pongan especial empeño en que llegue a los espectadores el lado más amable de sus presentadores.